¡Lo difícil será cogerla!
La dorada es por naturaleza un pez bastante desconfiado que siempre está alerta y no realice demasiados desplazamientos por las aguas sí que es un pez al que le agrada la profundidad del mar en el que puede beneficiarse de diferentes tipos de alimento, en estas zonas de rocas suele sentirse bastante más tranquilo puesto que no son zonas de mucha pesca, al menos no son las más elegidas por los pescadores.
Por lo tanto la técnica de pesca en acantilados y en las zonas rocosas puede ser mucho más rápida que en las playas porque el pez se sentirá mucho más confiado, aunque no se debe uno confiar ya que se sueltan también con bastante facilidad.
Para la pesca de la dorada en zonas rocosas usaremos cañas de lance medio o pesado y montaremos en nuestro carrete bobinas de gran capacidad con hilo de nailon grueso, de 0,45 ó 0,50 mm. También podemos usar hilo trenzado. En este caso es preferible usar plomos corridos de unos 100 ó 120 gramos. Los que tienen aletas funcionan muy bien para evitar el enganche con las rocas del fondo. Las gametas de los anzuelos deben de ser fuertes y resistentes a la abrasión, con poca o ninguna memoria.